martes, 25 de enero de 2011

El tiempo abominable

Cómo recuperarnos del tiempo abominable de la dispersa ceniza de cigarrillos y palabras inútiles con días tan ventosos para colmo en ventanas de pequeños cuartos de pensión.
Y cómo atar el nudo que junte -en una sola desesperación y una sola esperanza- las innumerables facciones y todos los miedos.
Puede que algún día el tiempo sea más digno que el cielo tan lejos de los vidrios del café con todo el viento en la mesa y los cuerpos sucios de cenizas y palabras consumidas.
Soledad de un sábado en que nadie podría atreverse a tratar de igual a igual al viento.

(Lo escribí hace muchos años, durante la dictadura militar, y después no me pareció ponerlo en ninguno de mis libros. Se ve que supe siempre lo que tiene de obviedad y de lugar común. Pero igual, cada tanto tropiezo con este texto. Puede tener que ver con una vocación por lo público que me ha ocupado los últimos años o solamente le tengo cariño. La web ahora, con su rapidez y su mezcla, parece un lugar para publicarlo).

1 comentario:

Insomnya dijo...

qué lindo eso de tratar de igual a igual al viento.
Si en este texto hay un lugar común espero que algpun día me incluya en su esperanzadora trama. saludos